Si los trabajadores comprendiéramos la importancia que tiene un contrato laboral, no lo firmaríamos tan apresuradamente sin la debida revisión. Hoy día en el cual crece la población pero no aumenta en esa misma proporción las oportunidades de trabajo, ser seleccionado por una empresa pasa a ser como un favor milagroso y nos precipitamos a aceptar. No obstante, nunca está demás buscar asesoría de expertos abogados laboralistas Móstoles.
Los índices de desempleos son alarmantes, nuestros jóvenes egresan de sus centros de estudio con la incertidumbre de encontrar el trabajo por el que tanto se han esmerado, por ese que sueñan una vez que obtienen un título universitario. Sin embargo, esa primera oportunidad a veces es cuesta arriba y la frustración aparece, creando inseguridades con el paso del tiempo. No abundan los que se atreven a confiar en jóvenes inexpertos.
Pero también es notable la desesperación en las personas de avanzada edad, que a pesar de su vasta experiencia son claudicados de sus puestos de trabajo, y luego no encuentran quienes les permitan reincorporase a una actividad productiva.
Sin duda alguna, estos son los grupos más vulnerables que se encuentren en condición cesante, pero honestamente le puede pasar a cualquiera independientemente de la edad, de la formación que tengan y de la experiencia acumulada, estar sin trabajo nos puede llevar a cometer errores al momento de admitir una vacante.
El primer error es firmar a ciegas, pero quién no lo haría en medio de la ansiedad y aunque le pasara por la mente refutar algo, no querrá verse como alguien conflictivo. En este sentido, tan solo hay que pedir el contrato, firmado o no, y llevarlo para una revisión con un abogado que nos alerte si nota algo irregular, o si nos confirma que todo está correcto, así como también a qué atenernos de acuerdo a las condiciones estipuladas en el mismo.
En caso de algo fuera de lo legal, seguramente nos indicarán los pasos a seguir para resolver en los mejores términos posibles.